Si desea viajar a Santiago, la capital de Chile, el barrio Brasil es un de los barrios que no debería perderse, y no tan solo por la cantidad de restaurantes y la vida bohemia que lleva, sino por la cantidad de historia que carga el barrio, sin duda es un lugar para sorprender la vista de todo aquel que lo visita.
El centro es su plaza también llamada como el barrio, y limita con las actuales calles, Huérfanos, Compañía, Maturana y Avenida Brasil. Comenzando con su historia, nos remontamos a los años de la colonia. Este barrio dota como extensión del barrio Yungay, gracias a las construcciones de familias adineradas de la época, que como consecuencia del auge minero que se vivía Chile se desplazaron hacia este sector. Posteriormente, Ambrosio O´higgins, padre de Bernardo y virrey del Perú, decidió construir un camino que se dirigiera hacia Valparaíso. Tras una larga época de construcciones y cambios y siendo la clase acomodada la encargada de estos, el barrio comenzó a adquirir casonas de caracteres arquitectónicos de origen europeo, como lo son el neoclásico, neogótico, y en forma de descendencia, el tradicional chileno y un día 20 de enero de 1902, y dando gracias a los lazos de ese entonces, se creó y bautizó la plaza Brasil.
Tras pasar el tiempo y en consecuencia de la Revolución Industrial que se vivió a nivel mundial, se generó una migración campo-ciudad y a este barrio acomodado comenzaron a llegar y establecerse familias completas pertenecientes al proletariado, dando paso a una nueva migración, ahora por parte de la sociedad acomodada, hacia el nororiente de Santiago, que es donde se encuentra en la actualidad.
En la actualidad, su plaza cuenta con juegos interactivos y bastante interesantes para los niños, incluso para los adultos, por sus formas y materiales. El brrio también cuenta con una gran variedad de bares y restaurantes para disfrutar con amigos.