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LA CASA DE MUñECAS Por Javata Estaban ahí tiradas, eran un monton de tablas que habían quedado de la construcción del techo y del portón. Algunas eran unos recortes, otras eran tablas enteras de unos 3 metros de largo.
Me recordaron que mi hija quería tener una casa de muñecas. Luego de varios minutos ordenando imaginariamente las tablas decidí que las convertiría en una casa muñecas y podría hacer féliz a mi pequeña.
Primero levantamos el frontis y la parte trasera. Los clavos escaseaban por lo cual fue necesario, pero bueno, el dejar un par de ventanas. Para construir las paredes laterales sería necesario cortar las tablas largas, pero no había serrucho y ya no quedaban clavos con los cuales armarlas.
Al tío Juan fuimos a pedirle un viejo serrucho de dientes gastados. Para los clavos tuvimos que ir al pueblo distante 12 kilómetros. Mi hija eligió el color del techo que quería.
Regresamos y pudimos levantar el pequeño hogar, pusimos la techunbre de malla rachel blanca, construimos 4 banquitos y una mesa en forma de cubo.
Ahora podrá celebrar los cumpleaños a sus muñecos en su propio espacio.
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